Tema 1. O ensino de linguas no presente modelo educativo, estatal e autonómico

Hoy me gustaría hablaros sobre un término que se ha mencionado en la sesión de hoy, mientras trabajábamos el Tema 1: O ensino de linguas no presente modelo educativo, estatal e autonómico. El término en cuestión es TPRS, ¿lo conocéis? Yo admito que me quedé muy sorprendida porque, pese a estar en pleno proceso de convertirme en docente de lenguas extranjeras, no lo había oído nunca. Por ello, para todas aquellas personas que, como yo, no lo conozcáis, hoy os traigo una entrada explicando este término.

¿Qué es el TPRS? 




El TPRS o Teaching Proficiency through Reading and Storytelling es un método que se emplea en los procesos de enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras y que se llevó a cabo con la idea de conseguir la motivación del alumnado y desarrollar la participación activa. Pero antes de poneros al día sobre dicho método, tengo que remontarme a su predecesor, el método TPR o Total Physical Response. El TPR es un método de enseñanza en la adquisición del lenguaje creado por el Dr. James J. Asher que consiste básicamente en dar órdenes al alumnado (o, más bien, instrucciones) que impliquen movimiento. Para que lo entendáis mejor, el famoso juego de ‘Simon says’ o su traducción al español ‘Simón dice’ es un claro ejemplo de este método. Como supongo que ya sabréis, ‘Simón dice’ es una actividad que consiste en que una persona (en el contexto educativo sería el o la docente) da una serie de instrucciones al alumnado que implican, como hemos dicho, movimiento: ‘Simón dice…salta’. El alumnado tiene que realizar todas las acciones correspondientes siempre que vayan precedidas de la frase ‘Simón dice’. Aquellas personas que se equivoquen son descalificadas hasta que solo quede un ganador. Pese a que se trata de un juego competitivo, era útil para la enseñanza de idiomas, ya que permitía constatar que el alumnado entendía las órdenes. Además, el propio Asher realizó estudios comparativos en los que se reflejaban mejores resultados entre el alumnado con el que se empleaba este método de aprendizaje frente a otros con los que se trabajaba con metodologías más tradicionales. Pese a ello, es una actividad en la que se trabajaba una única habilidad: la comprensión oral. 





Sin embargo, eso cambió con el desarrollo del método TPR lo que dio lugar al método TPRS o Teaching Proficiency through Reading and Storytelling. El TPRS es un método de enseñanza de lenguas extranjeras creado en los años 90 por Blaine Ray. Este profesor de español, cansado de que su alumnado se aburriese en clase, creó esta actividad basada en las teorías de adquisición de una lengua extranjera desarrolladas por Sthephen KrashenLo que busca este método es exponer al alumnado a grandes cantidades de input comprensible. Y os estaréis preguntando… pero ¿cómo se lleva a cabo? Pues consta de tres sencillos pasos:


Paso 1: establecer el significado


En el primer paso el o la docente introduce dos o tres estructuras nuevas con las que van a trabajar. Para ello, comienza escribiendo las tres frases en un lugar visible (pizarra, proyector, etc.) y las traduce a la lengua meta; de esta manera, el estudiantado puede echar un vistazo en caso de olvidar el significado de las mismas. Una vez explicadas, el personal docente debe trabajar la repetición con el fin de facilitar la adquisición. Para ponerlas en práctica, puede emplear gestos, hacer preguntas en las que están incluidas esas frases, etc. El objetivo es proporcionar el mayor número de repeticiones posibles para que el alumnado, posteriormente, pueda reconocer esas estructuras en la narración, lo que nos lleva al paso 2.


Paso 2: la narración


En este paso, el o la docente comienza a narrar una historia en la que están incluidas esas nuevas estructuras y que se va completando con información que añade el alumnado. Por ejemplo, la narración cuenta la historia de una persona que un buen día decide cambiar su vida y coger un avión a cualquier sitio, el o la docente le preguntaría a un alumno hacia qué país va ese avión, y así, a través de las respuestas de sus alumnos, se iría completando dicha historia. Es interesante que la narración cobre un matiz humorístico o emocional para involucrar todavía más al alumnado. Aunque la historia se construye a través de las respuestas del estudiantado, el enfoque lo lleva el o la docente, ya que la finalidad es que en ella aparezcan las estructuras trabajadas. Una vez terminada la elaboración de esta historia, pasamos al paso 3.


Paso 3: la lectura


En este paso se lleva a cabo la lectura de la historia final. Esta actividad tiene muchas variantes, ya que la lectura puede llevarse a cabo en el aula, de manera individual como deberes, libre y de manera voluntaria, en grupos reducidos, en parejas, etc. Lo más común es que se lleve a cabo en clase. Este es el momento en el que el alumnado se enfrenta a la lectura de las nuevas estructuras. Como es el propio estudiantado el que crea la mayor parte de la historia, no hay vocabulario desconocido y pueden leerla de una manera amena y repasando las estructuras nuevas.


En resumen, esta es la estructura básica del método TPRS, aunque el profesorado puede incluir todas las variantes que considere oportunas. Espero que esta entrada haya servido para aclarar estos ‘nuevos’ conceptos de metodología activa y cooperativa que tienen el único fin de conseguir que el alumnado aprenda mientras se divierte :). Por si todavía os han quedado dudas, os dejo un vídeo sobre el tema: TPRS Storytelling - The Best Language Learning Method Ever!



¡Hasta la próxima!


Juncal.

Comments

  1. Tanto el método TPR como TPRS eran desconocidos para mí y creo que se trata de una entrada muy interesante porque es algo que se puede hacer en clase. De esta forma, el aprendizaje es mucho más dinámico y efectivo tanto para el alumnado como para el profesorado, ya que la repetición del método en otra aula, siempre va a dar lugar a historias diferentes y siempre será un ejercicio más motivante que el uso de un libro de texto.
    No obstante, creo que es difícil de aplicar en un aula con un gran número de alumn@s y no sabría muy bien cómo llevarlo a cabo. Creo que sería interesante ponerlo en práctica en grupos más o menos grandes, dos o tres. En cada grupo, una persona tendría el rol que, de acuerdo con este método, le corresponde al profesorado y trataría de guiar la historia al resto del grupo usando las estructuras escritas en la pizarra. El/La profesor/a estaría atenta al desarrollo de todas las historias. Una vez finalizado, se compartirían las historias entre los diversos grupos. Es probable que de esta manera se trabaje más vocabulario, se repasen las estructuras en mayor profundidad y que el proceso de creación de la historia sea más motivante, ya que la crea el alumnado solo.
    No sé si sería posible hacerlo así, pero podría ser una práctica interesante. Gracias por la entrada, si tengo ocasión trataré de poner este método en práctica porque me parece un recurso de gran utilidad :).

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  2. ¡Muchas gracias por tu comentario, Lara!

    Yo cuando se mencionó el nombre de esta técnica en clase tampoco sabía de qué se trataba hasta que me puse a investigar. Me pareció una técnica tan interesante que decidí dedicarle una entrada. En cuanto a lo que comentas sobre cómo llevar a cabo la actividad, me gusta mucho tu punto de vista y el modo en que la planteas, ya que el alumnado sería un agente todavía más activo en la elaboración de la tarea. El único inconveniente que le puedo ver es que, al llevarla a cabo en un grupo con un nivel de inglés bajo, el alumnado que haría el papel de docente podría tener problemas para elaborar la historia o ir haciendo las preguntas. De todos modos, si se trata de un grupo pequeño, el o la docente podría estar constantemente supervisando la actividad y ayudando al estudiante con el rol de docente a elaborar las preguntas correctas con el fin de seguir la historia practicando las nuevas estructuras. ¡Muy interesante tu propuesta, gracias! :)

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  3. Hola Vanesa! Muchísimas gracias por tu entrada. Este método era un método que desconocía totalmente, y ahora que he leído tu entrada, me ha entrado mucha curiosidad por ponerla en práctica. Creo que debemos hacer todo lo posible por huir de las metodologías tradicionales y también pienso que muchas veces el alumnado rechaza el aprendizaje de idiomas no tanto porque no le guste el idioma en cuestión, si no porque el método no es el correcto, y es que estar continuamente memorizando gramática y vocabulario y haciendo ejercicios teóricos para consolidar este conocimiento no es el camino. El alumnado tiene que ver la utilidad real y práctica de lo que están aprendiendo y desafortunadamente, nuestro sistema educativo todavía tiene mucho que cambiar para llegar a métodos activos como este. Creo que este método es un buen método para hacer que los alumnos se sientan los protagonistas de su aprendizaje y que desaparezca la idea errónea de que aprender idiomas es aburrido. Estas metodologías cambiarían el pensamiento de muchos de estos estudiantes, porque estarían aprendiendo a la par que disfrutando. Desde luego, pondré en práctica este método en cuanto tenga la ocasión.

    Un saludo!

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  4. Hola, Ana, ¡gracias por tu comentario!
    Sí, estoy totalmente de acuerdo contigo, a veces al alumnado se le quitan las ganas de estudiar un idioma debido a algunas metodologías que se llevan a cabo para impartirlo. Desde luego estudiar la gramática y el vocabulario sin darle un uso real a la lengua no es adecuado, ya que uno de los aspectos que motiva al alumnado es ver que el aprendizaje es útil y lo pueden emplear en su día a día. El método TPRS además de útil me pareció divertidísimo, ¡ojalá en mis años de instituto se llevasen más a cabo este tipo de actividades!

    ¡Un saludo! :)

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  5. ¡Hola, Vanesa!

    Después de haber leído tu entrada y los comentarios de otras compañeras, el mío no va a ser demasiado diferente. No obstante, también me gustaría dejar mi opinión por aquí. Yo sí que conocía el método TPR porque en mi TFG hablé sobre diferentes métodos de enseñanza de idiomas, pero no tenía ni idea de lo que era el TPRS ni de que venía del desarrollo del TPR, así que gracias por investigar y contárnoslo a todos. Cuando hablamos en clase sobre el método TPRS, me pareció fantástico y una excelente manera de dinamizar las clases y de hacer que el alumnado practique aquello hacia lo que tú los guías sin que se den cuenta de que realmente están trabajando gramática o vocabulario. Además, darle importancia a la expresión oral en el aprendizaje de idiomas es fundamental, desde mi punto de vista, y el concepto de pop-up grammar que se menciona en el vídeo (por cierto, muy bueno) me parece una mejor forma de afianzar la teoría. Sin embargo, cuando hablamos de este método en nuestro grupo, se mencionó que funciona muy bien en niveles básicos, pero no tanto en niveles avanzados, ya que hay determinadas estructuras gramaticales que no se pueden trabajar con este método. Probablemente habría que profundizar más en el tema y ver hasta dónde se puede llegar realmente usando el TPRS, pero por lo pronto, creo que puedo decir que seguro lo voy a intentar usar con mis futuros alumnos.

    ¡Gracias por esta publicación tan interesante! ¡Un saludo! :)

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    1. ¡Muchas gracias por tus palabras, Belén!

      Sí, como ya he comentado a las compañeras, a mí también me pareció un método muy interesante, de ahí que decidiera investigar sobre él y hacer la entrada. Es una buena manera de conseguir la motivación del alumnado y que se sienta un agente activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En nuestro grupo no se profundizó tanto sobre esta metodología, me parece muy interesante lo que comentas sobre su funcionamiento dependiendo del nivel. Tal vez, en niveles altos, se podría optar por emplear esta técnica, no para introducir estructuras gramaticales, sino para introducir vocabulario nuevo o phrasal verbs y repasar estructuras gramaticales que ya conocen; así como una actividad de introducción+repaso. Sería una opción, pero es un aporte desde la ignorancia, ya que nunca he puesto en práctica este método, aunque sin duda, al igual que vosotras, espero ponerlo.

      Un saludo, Belén :)

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  6. Hola Vanesa! Soy Pablo Mouriño,me ha parecido super interesante tu entrada sobre el TPRS.

    Conocía la existencia del TPR, así que supuse que el TPRS era algo similar, pero como bien explicaste, hay diferencias significativas. A nivel personal creo que el TPRS daría mejores resultados que el TPR en un aula actual y me resultaría interesante aplicarlo en las aulas.

    Como defensor del uso de la literatura en las aulas de idiomas, me parece extremadamente interesante el potencial que tiene este método para emplear la narrativa en el aula. Me parece que este tipo de actividades podrían ser muy útiles a la hora de fomentar la creatividad del alumnado utilizando la literatura.

    Enhorabuena por tu trabajo, has conseguido explicar en una breve entrada un método relativamente complejo, ¡un saludo!

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